Hace unos días leía en un blog de belleza un texto sobre la celulitis, la persona que escribía en dicho blog lo hacía con soltura, contaba lo que ella sabía sobre la celulitis, estaba enfocado a la belleza.

El tema es lo suficientemente importante como para que yo lo deje pasar sin hacer una exposición desde el concepto de la medicina, aunque voy a intentar hacerlo con un estilo coloquial.

Para comenzar he de decir que lo conocido vulgarmente como celulitis o piel de naranja es una patología médica llamada lipodistrofia, cuya característica primordial es la herencia ligada al sexo (solo la presentan las mujeres) aunque la pueden transmitir los hombres (de sus madres, hermanas, tías), tienen un gran componente hormonal por eso aparece durante el desarrollo de las hormonas sexuales.

Como agentes coadyuvantes de dicha patología tenemos determinados hábitos que empeorando la circulación de retorno (la venosa)   favorecen la aparición de la temible celulitis

Tales hábitos son, por ejemplo, el llevar prendas ajustadas, vaqueros ceñidos, fumar, todo ello produce una vasoconstricción importante, además, muchas veces va acompañado de la falta de ejercicio, sobre todo de aeróbicos, que favoreciendo el retorno venoso ayudaría mucho a la no aparición de la celulitis o a su minimización.

Una vez aparecidos los síntomas de la temible celulitis, hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad crónica que nunca desaparecerá por completo y que siempre tendremos que estar tratándola, sin desanimarnos, porque no es una cuestión solo de estética.

Pero ¿cómo se forma la piel de naranja?

El comienzo de la enfermedad es una lesión en la pared vascular (venas) que se hacen permeables produciendo una salida de plasma del interior del vaso al interior de los tejidos, que en este caso es el tejido graso, los adipocitos se rodean de una envoltura fibrosa como defendiéndose de este ahogo del plasma y además se agrupan varios adipocitos entre sí volviéndose a envolver de otro manto fibroso, formándose así los nódulos celulíticos.

Pero no termina ahí todo el proceso de esta patología, ya que, va agravándose conforme pasa el tiempo, los adipocitos constreñidos por las bandas fibrosas terminan por romperse y todo el contenido graso de su interior sale al exterior del tejido mezclándose con el plasma, las células rotas, los restos de las bandas fibrosas, etc., etc., y es ese momento cuando la piel de naranja es visible a simple vista por qué la fibrosis tira de la epidermis, pero aún continúa avanzando la enfermedad y termina pasando todo ese estado de una situación de gel (el tacto de las piernas es agradable) al una situación de sólido (el tacto se ha endurecido).

Pero ¿Hay solución …? Por supuesto que sí.

Todo así se ve muy dramático, pero afortunadamente y se puede decir que desde hace muy pocos años ha aparecido la solución, todos los mecanismos que activen la circulación son beneficiosos y además si favorecen la eliminación de líquidos es magnífico y si además eliminan células grasas ya es genial.

En el mercado español hay bastantes equipos médico-estéticos dedicados a este tratamiento y todo funciona bien, desde la mesoterapia con productos adecuados, a los últimos aparatos como el Vela Shape III recientemente incorporada a nuestro centro de belleza.

Pero lo que hay que tener claro, como he dejado en este escrito, que no es cuestión de realizarse unas sesiones este año, es necesario tomar conciencia de que es imprescindible, realizarse tratamientos a lo largo de los años y muchas veces con solo unas sesiones una vez al año es suficiente para mantener a raya esta terrible enfermedad que sin ser invalidante, es realmente molesta.

Por ello ánimo que vuestro problema tienen solución.

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