Hemos entrado en el mes de diciembre y hay que prepararse para las Fiestas más importantes del año, hemos abierto el armario y hemos sacado todos los vestidos y conjuntos de fiestas que hemos ido guardando en los últimos tiempos y hemos empezado a probar y probar y…no cierra ninguna cremallera.
Es tu tema recurrente y todos los diciembres es lo mismo, al final, hay que salir a comprar algo nuevo, más por la dichosa cremallera que porque necesitemos un nuevo vestido para engrosar el fondo del armario con más prendas de fiesta.
En las revistas y en internet van apareciendo en estas fechas dietas rápidas para perder peso y no tener que gastarnos dinero en nuevos trajes de fiesta y hoy precisamente el motor de este mensaje ha sido el haber leído en internet la dieta milagrosa de la piña.
No quiero criticar esta ni ninguna otra dieta, doctores tiene la Iglesia que hablaran sobre ello, yo sencillamente quiero comentaros de forma sencilla y coloquial como actúa nuestro organismo.
Estamos programados al equilibrio y nuestro cuerpo está siempre atento a cualquier variación para enseguida actuar y volver al estado que él considera perfecto.
Cuando mantenemos durante tiempo un determinado peso corporal, nuestro organismo considera que es ese el peso ideal e intenta mantenerlo, si lo que deseáis es una bajada rápida de peso, para en unos días poderos poner el vestido que tanto os gusta, después de una de esas mágicas dietas habréis perdido los 4 o 5 kg deseados, pero vuestro organismo está alerta, ha entrado en situación de alarma y en el momento que empecéis a comer normalmente y sin tener que pasaros, recuperaréis los kilos perdidos más un extra: uno o dos kilos de más y de hermosa y amarillenta grasa para que la próxima vez que intentéis hacer otra dieta no entréis en situación de alerta, es la conocida como respuesta en “Sierra”, es decir cada vez un poco más gorda.
¿Cuál es la solución, preguntaréis asustadas?. La solución es bien sencilla, ir siguiendo nuestro propio organismo.
¿Qué dices, me volveréis a preguntar? Y os cuento:
Nosotros somos animales de sangre caliente y nos regimos por el sol, cuando el sol está en su pleno apogeo nuestro metabolismo está también muy alto, es el momento de comer porque todo se metaboliza, por eso se habla de desayunos importantes o comidas normales de las de toda la vida. Cuando el sol va desapareciendo y se oculta, nuestro metabolismo está “al ralenti” por lo tanto, poco de lo que comamos a esas horas sin sol, se metabolizará y el resto no consumido se guardará en forma de grasa, sobre todo los hidratos de carbono que el organismo no desperdicia ni un solo gramo.
Por ello, se debe recordar ese viejo dicho de:
“Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”
Pero si lo que os sobran no son kilos, sino grasa localizada en abdomen, flancos o cartucheras, recordad que la solución es Liposonix, ya que las células adiposas que destruyen son para siempre y puedes eliminar toda la grasa localizada que quieras repitiendo un Liposonix cada tres meses hasta alcanzar la imagen que quieras.
Y si lo que queréis es recuperar el abdomen después de un parto, la solución es Vela Shape III o Thermage CPT.
Dra. Silvestre