El cambio de estación del invierno a la primavera afecta a nuestra piel. Tenemos mas horas de luz, mas calor, mas humedad y mas horas de exposición solar, por ello, la piel necesita cuidados diferentes.

Las pieles secas agradecerán esta nueva situación porque en invierno se han visto mas agredidas, mas tirantes, con menos luz sin embargo las pieles mas grasas es ahora cuando lo van  a pasar peor.

Las pieles secas agradecen la primavera

El aumento de la temperatura y la humedad favorece la aparición de granitos, poros abiertos. Eso lo minimizaremos con cremas a base de alfa hidroxiácidos y mucha hidratación.

Y aumentan los episodios de las alergias, los ezcemas, los picores. Se pueden solucionar con cremas a base de aceite de oliva, laurel u oxígeno.

Por ello es necesario cambiar de hábitos e incluso de cremas, al igual que cambiamos el color negro de las medias por tonos más claros y alegres.

Debemos acudir a un centro de belleza para realizarnos una exfoliación profunda para eliminar las células muertas y dejar la piel más fresca, más lozana, más preparada para la nueva estación.

 Debemos hidratar y humectar. Si tenemos la piel joven usaríamos una crema más humectante que hidratante, a base de glicerinas y si a piel es más madura usaremos cremas con activos hidratantes como ácido hialurónico y también humectantes, a mí me gusta mucho usar maquillajes con cera de abeja como humectante.

Usar Protector solar a diario.

Tomar desde comienzo de la primavera y hasta el mes de septiembre suplementos nutricionales a base de betacarotenos que van a potenciar nuestra protección solar natural.

No usar cabinas de rayos uva, yo recomiendo cremas auto-bronceadoras para lucir un bonito bronceado.